(FNM) No se necesita ser un especialista en cuestiones urbanas, ambientales ni oceanográficas, para advertir la multiplicidad de daños que un nuevo, innecesario y desatinado proyecto inmobiliario costero se propone causar, esta vez en el Partido de Vicente López.
Todos sabemos, hace ya largo tiempo, que reemplazar los exiguos espacios verdes disponibles, por cintas asfálticas, "shoppings" y más moles de vidrio y cemento armado, va en absoluta oposición con las necesidades de una urbe a la que sus administradores insisten obstinadamente en hacer crecer al infinito.
Todos sabemos que tales obras –disfrazadas de "progreso para la comunidad"- contribuyen en realidad, a apiñar a los vecinos, aumentar sus incomodidades, deteriorar el ambiente, agravar las inundaciones, incrementar riesgos de accidentes, y una larga lista de penosos etcéteras.
Todos sabemos también, que el resultado de este tipo de obras, prescindibles y dañinas para la mayoría, suele generar no obstante, pingües beneficios a unos pocos.
La vulnerabilidad de la zona costera
A nadie escapa en nuestros días, que la construcción de este tipo de disparates adquiere, cuando se lo desarrolla en el frágil y particularísimo entorno de un ambiente costero, una gravedad mayúscula e imperdonable.
Hace pocas semanas, dimos cuenta desde estas páginas, de la presentación de un proyecto de Ley Nacional de Política de Costa Marítima, por iniciativa de la diputada nacional Adela Segarra (ver "Presentan la Ley Nacional de Política de Costa Marina").
Dentro de los lineamientos básicos de su acertada propuesta, se mencionan "el desarrollo sustentable a fin de garantizar su uso a la población, la protección, y restauración de la zona costera; el tratamiento específico de las zonas costeras, contemplando su fragilidad y su diferenciación de los ecosistemas terrestres; el tratamiento ordenado, integrado y de desarrollo sustentable de las zonas costeras y marinas; y la prevención, reducción y control de la degradación del medio marino por las actividades marítimas y costeras".
Ninguna de estas premisas, que aunque concebidas para el litoral marítimo son de total aplicación a una costa como la del Río de la Plata, parece haber estado presente en el ánimo y consciencia de quienes concibieron y gestaron el esperpento que se ha comenzado a construir a metros de la costa de Vicente López.
Al igual que en la Ciudad Autónoma, y que en varios municipios costeros, (los vecinos de Gessell parecen estar resistiendo en estos días un intento de similar tenor), la avidez por "vender vista al mar o al río" parece estar ganando adeptos entre las autoridades municipales y los siempre atentos "emprendedores" privados, sin la menor consideración hacia la población y el ambiente.
¿Quién escucha a los vecinos?
Un grupo de consecuentes y conscientes vecinos de Vicente López han estado pidiendo al Intendente García, infructuosamente, la apertura de un debate sensato y público sobre un tema que los preocupa en serio.
La respuesta del mandatario, por vía de sus voceros, se remite a expresar que "el municipio cumplió con todos los pasos legales previstos" y que "hay mucha política detrás de las protestas vecinales".
El Defensor del Pueblo de la Nación, no parece coincidir con esta visión. En una reciente resolución, precedida de numerosos y preocupantes considerandos, ha recomendado "al MUNICIPIO DE VICENTE LÓPEZ que realice un Estudio de Impacto Ambiental integral para la ejecución del Esquema Director Urbano para el desarrollo del Área Ribereña de Vicente López y convoque a una Audiencia Pública como mecanismo de Participación Ciudadana e Información Pública exigidos por la Ley General del Ambiente Nº 25.675 (art. 8 y cctes.)".
Los vecinos insisten en que el proyecto se votó alrededor de las 5 de la madrugada del 24 de diciembre de 2004, en una escandalosa sesión que el oficialismo había abandonado a la medianoche del 23 y que reanudó a las 4,30 del 24, con la ausencia de la oposición, del periodismo y del público.
No parece ser esa, la mejor manera de "cumplir con todos los pasos legales previstos".
¿Prevalecerá el Intendente García y sus seguidores, en su intento por convertir la costa de Vicente López en un nuevo y vergonzoso emprendimiento inmobiliario? Hacemos votos para que no lo logren.
02/07/10
NUESTROMAR
http://www.nuestromar.org/
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