martes, 23 de marzo de 2010

El concurso y proyecto de la Costa de Vicente López

LA COSTA INCIERTA
Por Arq. Marcelo Ovadia

1º Parte

1.- Introducción

El territorio indeterminado de la franja ribereña del Río de la Plata, es nuestro campo de acción. El reconocimiento de sus características, de sus condiciones (geológicas, topológicas, bióticas, legales, imaginarias, etc.) es la base que nos permite operar con eficacia. Este río es un mar, tiene un régimen de mareas y oleaje propios de un mar, su color, su falta de salobridad, se deben al aporte de los ríos Paraná y Uruguay. Un mar marrón, el Mar Dulce. 

La fluctuación de las aguas sobre la terraza baja de la planicie pampeana, determina una superficie de características cambiantes, a veces es agua, otras tierra, el río se muestra en sus dos componentes, agua y lecho y se desdibuja en sus orillas playas. Además estas crecen constantemente debido a la sedimentación (que se deposita en esta margen y no en la uruguaya) y de manera discontinua debido a causas antrópicas. 

La indefinición física de una orilla, ha llevado a fijarla legalmente de una forma convencional, la Línea de Ribera (línea definida, actualmente, por la media estadística de las máximas crecientes), límite de naturaleza simbólica violado sistemáticamente por distintos actores, pues pareciera ser, que socialmente, sólo es respetado el límite físico, el obstáculo material. 

Es significativa, por lo menos en el orden del discurso, la relación que puede establecerse entre la indeterminación de una orilla y la ambigüedad (mimética, interesada, probablemente ambas) de nuestros comportamientos respecto al río, éste fue usado indistintamente como: vía navegable, lavadero, basural, fuente de agua, cloaca, playa, monstruoso cementerio. 

Y es notable que tanto aprovechamiento ciego no haya devenido en conductas de mayor aprecio y disfrute y en la construcción de una cultura fluvial, en un: que se puede hacer y como debe hacérselo, en una determinación de límites a intereses parciales y/o ilegítimos, si no claramente ilegales.

2.- Consideraciones

Estas nociones que se expondrán brevemente, son una serie heterogénea de motivos, procedimientos, condiciones e ideas que en distintos niveles, algunos en varios, sostuvieron nuestro hacer proyectual. 

No pretenden ser fórmulas acabadas o modelos de otras prácticas, no son preceptos, son apoyos que se fueron revelando como legítimos en las condiciones y circunstancias que nos competieron y que tal vez irán transformándose ya que si hay un campo abierto a la experimentación, éste es el de la construcción del paisaje, quizás porque la tarea de conocer y trabajar con la naturaleza sea una fuente oscura e inagotable de significados.

Parque Público

Un parque es tal vez uno de los dispositivos espaciales que mejor oculte su carácter de artificio, no es naturaleza, se construye con naturaleza como soporte y como material primario, no obstante entre otros. 

El predominio de la naturaleza como materia, de la horizontalidad como propiedad formal, de la extensión y del vacío definen al parque como una parte de la ciudad morfológica y materialmente contrapuesto a ella. 

Sus usos refuerzan esta contraposición, es el lugar del esparcimiento público, de la contemplación, del deporte, y de cuanto uso no reglado por la cotidianeidad del trabajo aparezca. 

Esta apertura a la espontaneidad de usos es una de sus características más sugestivas, también es un parámetro que permite establecer el tipo de parque: cuanto más fijados y homogéneos sean los usos, cuanto menor posibilidad de diversidad e imprevisto, más propenderá un parque a ser temático (el extremo de esta tendencia lo constituye el parque de diversiones) y más se acercará a la regulación de la vida cotidiana en su modalidad de espectáculo y diversión. 

Por eso es difícil elaborar un programa básico, en todo caso el programa es predominantemente abierto a usos nuevos y éstos como los existentes serán múltiples y variables o de determinación demasiado general. Y ésta es una de las razones por las cuales el parque público se encuentra fuera del mercado, de su racionalidad pues el servicio que presta es inespecífico, difícilmente cuantificable. 

Finalmente, el parque es el lugar donde la naturaleza despliega, casi en plenitud, sus ritmos y donde surge la posibilidad de experimentar las distintas temporalidades sugeridas por el contacto con ellos, una experiencia abierta a la alteridad.

Fluctuación

El vaivén de las aguas sobre las playas, correspondencia superficial a su sube y baja vertical, es la característica originaria de nuestra ribera, la Pampa se sumerge lentamente (una pendiente de unos 5ª, cerca del 10%), una bajante moderadamente fuerte puede alejar la orilla a unos 300m o más, una Sudestada puede elevarla (+3,90m IGM) hasta inundar toda la terraza baja. 

Esta variación tan pronunciada, notable por la superficie que afecta, ha llevado a muchos a lamentarse por la falta de una costa abrupta, un límite claro entre agua y tierra actitud que tiene como resultado físico la aparición del borde duro (tablestacado u otros), que al separar netamente a la gente del contacto con el agua, ayuda a postergar, resignar o desentenderse del tema de la contaminación y limita el uso a poco más que al espectáculo. 

Sin embargo la condición de mudanza continua es uno de los motivos proyectuales más sugerentes, y que fue tomado como base de casi todas las obras.

 Por una parte hizo que se pensara a todo el parque como una infraestructura de defensa de la ciudad, contra las inundaciones provenientes del río, por la otra la pendiente suave constituye una defensa del parque, produce la amortiguación de la energía de las olas y evita la erosión del mismo, finalmente posibilita la existencia de playas y de un contacto más familiar, entrañable con el agua.

Horizonte

El horizonte, fenómeno eminentemente óptico, línea recta proyectada por el hombre, su altura, que deslinda al cielo del río, es una referencia hipnótica e inasible, cuando la bruma lo borra, el espacio se contrae y pierde tensión direccional lejana, la preeminencia de lo óptico da paso a la preeminencia de lo táctil. 

Esta doble circunstancia es el motivo que conforma el fondo cambiante de los proyectos realizados, planteados entonces, simultáneamente como: medida respecto a lo ilimitado y referencia respecto a lo indefinido.

Condensación

Mediante éste procedimiento buscamos proyectar piezas, arquitectónicas o infraestructurales, que integren en sí mismas soluciones que resuelvan problemas o realicen ideas, planteadas en distintos órdenes (paisajísticos, de uso, técnicos, imaginarios) y en distintas escalas. 

Así se configuran dispositivos materiales y espaciales que concentran un número mayor de ejes temáticos, trabajados en un conjunto espeso. 

Mientras que en el orden conceptual estas piezas densas, estructurantes son la contrapartida de los grandes vacíos, en el orden perceptual las mismas acentúan el contraste dimensional, consecuentemente aumentan la intensidad de uso y de percepción. 

Asimismo, la asociación de lo diverso, la opción de una pieza compleja en lugar de varias dispersas, pone en juego desde el principio del proyecto a la economía, en un sentido amplio y a la vez profundo, como un integrante legítimo de todo el proceso.

Obra pública

Todas las obras que aquí se presentan tienen la característica de ser obras públicas, estas se ven tensadas por dos extremos antagónicos: la gran escala y la falta de recursos. 

Sumado a esto la obra pública funciona como prenda política, en lugar de servicio público imprescindible, está sujeta a los vaivenes de la gestión política, a los apoyos condicionados, a los entorpecimientos, a los regímenes burocráticos de contratación y a las calidades de ejecución que de todo esto se desprenden. 

En este contexto despiadado, la realización de estas obras depende en un grado muy alto del azar y sostener una voluntad poética hasta su culminación se convierte en una insensatez recomendable. 

De no mediar un apoyo político fuerte y un presupuesto justo, estas condiciones repercuten profundamente en el proceso de proyecto y en la obra. 

Esto obliga a tomar decisiones brutales en cada momento del azaroso proceso, no solo en las primeras etapas proyectuales. 

Obliga a pensar al proyecto como una sucesión de tácticas, algunas con fuerte repercusión formal, que lleven al mismo a su concreción, nunca una estrategia acabada, no hay poder para sostenerla desde el campo técnico. 

Obliga a replantear algunos presupuestos básicos de la práctica arquitectónica, por ejemplo, al proyecto como instancia autónoma, a la fidelidad de la obra a la imagen original, a la precisión de la ejecución y otras, que llevan a pensar que vale más la actitud atenta a los cambios que ineludiblemente sucederán, decidiendo oportunamente cuales darán potencia al espíritu de la idea original (no a la forma proyectada) y cuales no, cuales se irán agregando, como en un cadáver exquisito, con un sentido que se irá construyendo a medida que acontecen y que quedará abierto al transcurso del devenir. 

Finalmente se trataría de entender mejor a éstas fuerzas, activas o pasivas (inerciales), para saber qué parte de ellas podrá pasar por nuestro pequeño dispositivo proyectual y se transformará en fuerza formativa, se trataría pues de que sirvan a nuestra obra y en lugar de sostener una forma acabada previa, de entender mejor a todo el proceso de formación y a cada instancia del mismo como oportunidad poética.

2º Parte

En ésta 2º Parte se presentan además de una brevísima reseña de antecedentes, algunos de los proyectos y obras que fueron construyendo el paisaje ribereño de Vicente López desde 1999 hasta el año 2007 a través de las memorias escritas por los autores de los proyectos y de las obras.

Antecedentes

A partir del año 1983 y con antecedentes más antiguos, de los cuales el más destacado es el "Proyecto de Embellecimiento de la Costa desde el Límite de la Ciudad de Buenos Aires hasta el Tigre" de Benito Carrasco de 1912, la Municipalidad de Vicente López comienza a llevar adelante políticas activas de tratamiento y recuperación del borde costero (aproximadamente 4,5Km de longitud), éstas empiezan a cobrar peso con el documento "La Ribera del Río de la Plata", elaborado por la Comisión Asesora de Turismo, Esparcimiento y Recreación de 1983 y culminan en sus fases de estudio y normativas, en el año 1993 con la Ordenanza 8256 de "Recuperación Urbana Ambiental y Ecológica de la Costa Ribereña".

La misma basada en varios de los estudios de la década anterior determina algunos puntos básicos de lo que hoy es el Paseo de la Costa, entre otros, se fija el destino del área como parque público, se impulsa la ejecución de un camino ribereño que separe el área de parque al este de una franja de servicios y concesiones de gastronomía al oeste, se promueve la construcción de auditorios u otras instalaciones descubiertas, deportivas, recreativas, etc. de uso público gratuito como así también la construcción de muelles (previo estudios hidráulicos) y una defensa costera del parque, todo esto financiado por un Fondo del Área Costera.

Esta ordenanza es además la que abre la fase operativa a través del Concurso Nacional de Ideas para la Recuperación Urbana Ambiental y Ecológica del Área Ribereña de Vicente López del año 1993, ganado por el equipo liderado por la Arq. Emilia Inoue, e integrado por los arquitectos Francisco Cadau, Manuel Gálvez, Fernando Gimenez y Sergio Salama. 

Ésta fue la primera etapa realizada según un proyecto global, del cual sólo se construyeron unos 300 m de frente ribereño, desde la calle Melo hacia el norte.

Ribera de Vicente López

2.- Obras Cabecera Sur (1999-2004)


Entre el año 1999 y el año 2004 se construyó casi la totalidad del sector sur el denominado Paseo de la Costa.

De este paseo las etapas 3 y 4 fueron realizadas por un equipo dirigido por el Arq. Claudio Vekstein, las mismas consisten en un parque de gran escala, 1Km de longitud de costa, con dos hitos en cada una de sus cabeceras, el Monumento en Homenaje a Amancio Williams sobre la calle Melo y el río y el Anfiteatro sobre la calle Laprida y el río.

La etapa 6 la conforma el Parque Arenales realizada por un equipo dirigido por el Arq. Sebastián Daseville, este es un parque de aproximadamente 4,5 ha con un núcleo compuesto por un mirador una pérgola y un faro, sobre la calle Arenales y el río.

Paseo de la Costa de Vicente López Etapas 3 y 4 (2000)


 Paseo de la Costa 01

 
Paseo de la Costa 02
  Paseo de la Costa 03

Proyecto y Supervision de Obra: Arq. Claudio Vekstein
Colaboradores Proyectuales: Arq. Luis Etchegorry, Arq. Eugenia Frías Moreno, Jonas Norsted, Franco Neira; 
Renders: Arq. Alejandro Goldemberg
Dirección de Obra: Municipalidad de Vicente López, Secretaría de Obras Públicas, Dirección de Planeamiento; 
Empresa Constructora: Municipalidad de Vicente López
Paisajismo: Lucía Schiappapietra; Fotografia: Sergio Esmoris, Michelo Guzzo, Claudio Vekstein
Comitente: Municipalidad de Vicente López, Intendente: Don Enrique García
Ubicación: Costa del Río de la Plata, entre Calles Melo y Laprida (Arroyo Raggio), Municipalidad de Vicente López, Provincia de Buenos Aires, Argentina
Superficie: 12 Hectáreas

Desde el Monumento en Homenaje a Amancio Williams en Calle Melo, hasta Laprida (en su etapa recientemente inaugurada), y luego hasta su encuentro con Capital, el Proyecto Paseo de la Costa 3º/4º Etapas compone una intervención paisajística de carácter público y permanente a gran escala, (1km. de longitud total sobre la costa del Río de la Plata en terrenos artificialmente ganados, 18 hectáreas de superficie total junto con el Anfiteatro de la Costa).

El Proyecto se despliega a través de una serie de terraplenes de tierra y césped, geométrica y particularmente organizados, desde el llano hipotético del monumento ascendentes hacia el sur en su relación de contención con el vial de circulación por un lado, y por el otro dando forma además a las variaciones de nivel del Río, dejando amplias playas de escombro fino seleccionado y vegetación ribereña en bajante. 

Entre los terraplenes, sencillos senderos consolidados de hormigón, que proliferan aquellos del Monumento a Williams, sirven de acceso hundiéndose en la alejada orilla -a la vez que acequias para el desagüe pluvial y badenes reductores de velocidad del vial-, encausando vistas diferentes-siempre-iguales al amplio horizonte, acompañado de equipamiento banco/iluminación apareados, que forman en la extensión a traviesa un paisaje propio de luciérnagas, líneas verticales inclinadas fluorescentes desde el sudeste orientadas, o de puros senderos luminosos hacia el río plateado por la luna.

Tres aperturas en el encuentro con el vial de estos senderos entre terraplenes producen, coincidente con los accesos Güemes, Lavalle y Laprida, amplias superficies de estacionamientos con islas de vegetación

El vial organiza diferenciadamente los flujos vehiculares, peatonales y ciclísticos, mediante dimensiones, texturas y colores en la configuración del pavimento ínter trabado, delimitando canteros que organizan también por dimensión, textura, densidad y color, series de diferentes tipos de gramíneas autóctonas. 

Al otro lado una línea continua de mástiles de iluminación como jirafas asoman ritmados entre continuos jacarandaes, ambos dividiendo el área de parque público de esparcimiento de las áreas de apoyo de sanitarios y futuras concesiones, que quedan delimitadas en dimensiones y altura por la calle de servicio y estacionamientos, dando también límite definitivo a los clubes privados.

Los grupos Sanitarios se intercalan entre pares de concesiones, además de facilitar su mantenimiento, creando pequeñas plazas públicas venidas del parque al sector concedido. Cada uno de estos grupos se abre a la vez internamente en dos cuerpos desiguales de los cuales ocupan uno los sanitarios masculinos y de discapacitados, con posibilidad de ascenso exterior a su terraza para apreciar desde los altos paisaje y río, mientras que el otro de sanitarios femeninos permanece inabordable -aunque sí las barandas bajas de los dos logran unirse-. 

Ambos cuerpos se terminan con ladrillo en panderete en solo una de sus caras la enfrentada al Río, en relación a aquél como tierra-líquida/tierra-sólida, ascendiendo como hormigas desde sendas plataformas, dando anclaje al suelo y al paisaje las pequeñas construcciones. El par de plataformas de ladrillos, como desencajadas también de su antigua unidad, se conforma con borde de hormigón armado que sirve de asiento enrasado con los ladrillos, delimitando sus planos plegados de escurrimiento con amplias juntas de cemento entre paños evitando cortes. La infinita línea divisoria entre plataformas deviene en sendero de acceso, prolongada en los badenes/acequias que conducen al río atravesando el vial y los terraplenes. 

A su vez, la pareja de iluminación exterior de los sanitarios da inicio también a la correspondiente de los caminos/badenes, con columnas de tubos fluorescentes inclinados insertos en las esquinas de quiebre más próximas y tensionadas de las plataformas. 

Monumento en Homenaje a Amancio Williams, con motivo del Fin del Milenio


Monumento Fin del Milenio 01

Monumento Fin del Milenio 02

  Monumento Fin del Milenio 03

Curador de la Reconstrucción (re-Diseño y Dirección de Obra): Arq. Claudio Vekstein
Proyecto Original: Monumento a Alberto Williams (1962), Pabellón Bunge & Born (1966), Arq. Amancio Williams; Archivo Williams: Dir. Claudio Williams
Cálculo Estructural: Ings. Tomás del Carril y Fontán Balestra, Marcelo Rufino Asoc.
Empresa Constructora: 'Sapic SA'
Asistente de Obra: Ing. Georg Ponzelar; Paisajismo: Lucia Schiappapietra
Fotos: Alessandro Desogos, Sergio Esmoris, Sergio Sabag, Luis Etchegorry, Claudio Vekstein
Comitente: Municipalidad de Vicente López, Intendente Don Enrique García
Ubicación: Calle Melo y el Río de la Plata, Paseo de la Costa, Municipalidad de Vicente López, Provincia de Buenos Aires, Argentina.
Superficie: 725 m2.

Originalmente proyectado por el arquitecto Amancio Williams como Monumento en memoria de su padre, el compositor de música Alberto Williams a los cien años de su nacimiento, diez de su muerte, "el Monumento, concebido para ser construido en un parque de césped en Buenos Aires, consta de dos bóvedas cáscara cuadrangulares elevadas sobre un piso de mármol elevado sobre el césped, comunicado por cuatro veredas angostas a los caminos circundantes del parque. Todo el juego resulta del espacio vacío entre las dos bóvedas y las superficies de mármol. Las bóvedas no se tocan: sus esquinas permanecen apenas separadas, creando, vistas desde abajo, un punto de tensión. A este punto corresponde, justo debajo, una cavidad cuadrada plantada con césped, con una flor emergiendo en el medio desde un fino tubo metálico. El espectáculo de las bóvedas cambia con gran riqueza con los distintos puntos de vista, tanto si se las ve con sus lados paralelos o diagonales a través de una línea. Para disfrutar estas diferentes visiones y pensar o conversar en calma, un largo asiento en hormigón pretensado y de mármol, y una hilera de prismas de mármol son situados en diferentes posiciones. Una segunda cavidad cuadrada menor, llena con agua renovable, contiene bajo la superficie, una placa de acero inoxidable muy simplemente impresa, con la inscripción recordatoria y un llamado a renovar la flor. Un sistema ha sido estudiado para la completa iluminación del monumento: las bóvedas, los caminos, la superficie de mármol, los asientos, el agua, la flor, la placa".

En 1966 Williams adaptó y construyó una solución similar como Pabellón de Exposiciones para Bunge y Born en la Feria del Centenario de la Sociedad Rural Argentina en Palermo, empleando por primera vez las bóvedas cáscara, reduciendo su planta y espesor. "El pabellón fue realizado creando bajo las bóvedas un espacio virtual donde se realizó una estructura para exposición de gran unidad en su trabajo, sin columnas ni vigas, donde todo lo que es forma es a la vez estructura". (AW). Aún habiéndolo realizado casi enteramente en hormigón armado, tras solo dos meses de exposición (obteniendo apenas un Tercer Premio por parte del jurado) y pese a los esfuerzos de Williams para evitarlo, el Pabellón fue demolido, para convertirse luego finalmente, en pieza clave de la arquitectura moderna y de vanguardia argentina.

Treinta años más tarde impulsamos junto a Claudio Williams, uno de los ocho hijos del maestro, el Proyecto de Reconstrucción del Pabellón. Tras haber publicado dos extensos ensayos, uno sobre el horizonte del Río de la Plata a través de los estudios fotográficos de Williams (C.V., "Senderos Luminosos", Rev.3 Nº 6, 1995), el otro una revisión del Pabellón Bunge y Born de AW con vista a su posible reconstrucción (C.V., "SangreAzul", Rev.3 Nº 8), dirigido luego el Taller "Cerca de la Reconstrucción -falso-identikit-" (CEAC-DiTella 1998), realizando junto con el mismo grupo de estudiantes y el arqueólogo Marcelo Weissel la acción "Fundament(-o) excav.action" (Sociedad Rural de Palermo, octubre 1999) para descubrir una de las bases del Pabellón demolido como tributo a los 10 años del fallecimiento de Williams, y numerosas gestiones frente a diversas instituciones para lograr la efectiva reconstrucción, en noviembre de 1999 la Municipalidad de Vicente López encarga el Monumento en homenaje a Williams, concretándose finalmente frente al Río de la Plata -paisaje de reflexión e inspiración permanente de Williams-, en su homenaje con motivo del Fin del Milenio.

No habiéndose aprobado la realización completa del pabellón sino solamente las bóvedas, esto llevó a reconsiderar la primera versión del proyecto. Y así como todo en Amancio y el Monumento, el homenaje se vuelve a la vez doble: sumando las dos visiones personales (R3) a las del propio Williams en sus dos proyectos, se llevó adelante una versión del Monumento a Alberto Williams, pero según dimensiones y detalles del Pabellón B y B, como el estanque central en lugar del de césped (que recibe ahora el reflejo acústico del río por la curvatura exacta de las bóvedas), y la placa en lugar de aquel. Al permitir el ingreso del parque bajo las bóvedas, se recuperan los largos senderos de luz en hormigón aislados de la gran plataforma del proyecto original. De los dos bancos complementarios, el lineal extenso frente al río contiene la serie de 6 contraluces, que se convierten en sombra concreta de las piezas individuales en el otro diagonal.

Como en las mismas bóvedas y su articulación ideal interna por el capitel de acero inoxidable, dos sofisticados artistas -expresión uno del más literal y elevado, el otro del más sutil y elevado arraigo al territorio-, sostienen un diálogo de pares iguales, doble y cruzado, aunque silencioso y puro. Y así como en la línea del estanque de agua y su reflejo el cielo realizan la unión ideal de las dos partes que se mantienen (como dedos) apenas distantes, en la otra definen la línea inquieta de sus propias pasiones inmóviles: Alberto y Amancio Williams, la pampa y el río, pampa húmeda y pampa líquida...

Anfiteatro de la Costa Sudestada


Anfiteatro de la costa sudestada

Anfiteatro de la costa sudestada

  Anfiteatro de la costa sudestada

Proyecto y Supervisión de Obra: Arq. Claudio Vekstein
Colaboradores Proyectuales: Arq. Luis Etchegorry, Arq. Eugenia Frías Moreno, Santiago Mendibour; Renders: Arq. Alejandro Goldemberg
Cálculo Estructural: Ings. Tomás del Carril y Fontán Balestra, Marcelo Rufino Asoc.
Empresa Constructora: 'Sapic SA'
Dirección de Obra: Municipalidad de Vicente López, Secretaría de Obras Públicas, Dirección de Planeamiento
Paisajismo: Lucía Schiappapietra; 
Fotografia: Sergio Esmoris, Claudio Vekstein
Comitente: Fundación Empresaria de Vicente López, Presidente Sr. Jose Menoyo
Intendente Municipal: Don Enrique García
Ubicación: Calle Laprida (Arroyo Holmberg) y la costa el Río de la Plata, Paseo de la Costa, Municipalidad de Vicente López, Provincia de Buenos Aires, Argentina
Superficie: 6 Hectáreas.

El Proyecto del Paseo de la Costa 3º Etapa se extiende casi naturalmente hacia el "Anfiteatro de la Costa"; abarcando al otro lado de la desembocadura del Arroyo Holmberg (Calle Laprida) una especie de península, y buscando con el vial su encuentro con el área de estacionamiento del Parque de los Niños, al otro lado del Arroyo Raggio, en límite con la Capital Federal.

El Anfiteatro ocupa un área total aproximada de 6 hectáreas, y se pone en plena relación de continuidad con el final elevado de los terraplenes del propio Paseo, elevándolos aún más en función de disponer una capacidad requerida de entre 1.500 y 30.000 espectadores

Se desarrolla así una topografía diferenciada en sectores relativamente concéntricos a la escena: más alejado y con relación al vial resulta es la gran apertura de estacionamiento con isla de vegetación; siguen tres grandes "colinas" como terraplenes planos de césped en declive hacia el Río -con variación de altura promedio de 2 m.-, separados entre sí por sendos caminos de acceso de hormigón, que reproducen amplificados más aún los del Paseo, y sirven como aquellos tanto de acequias para el desagüe pluvial como de badenes. 

De allí comienza ya una "meseta" más suavemente inclinada, aportada directamente por la excavación en la zona de graderías, esta vez cubierta de piedra partida fina tipo arena de piedra, y estriada por extensos escalones cordón de alzada mínima. Sigue luego la "gradería" ya excavada, consolidada como superficie de hormigón armado apenas estriado con escalones mínimos de 5 cm. espaciados 2 m., para contener más cómodamente la capacidad básica, dividida en dos grandes sectores por el camino de acceso.

La "escena" plana, preparada en principio para ser utilizada en toda su amplitud alentando la realización de espectáculos contemporáneos sin escenario -incluyendo si lo requiere la misma gradería con público-, tanto como para recibir escenarios armables tradicionales de todo tipo y a diferentes alturas para eventos a diferentes escalas, desde mínimos aceptables de aprox. 9 x 12 m., hasta máximos de 15 x 20 m., accesibles a través de una rampa exterior que desciende hasta el ingreso al depósito -enmarcando interiormente a ella en sentido opuesto ascendente las bóvedas del Monumento a Amancio Williams-. 

Ya el área de "apoyo" comprende camarines, sanitarios, y depósito, cubiertos por una losa inclinada que sirve de coro y ampliación posible del escenario. 

Cubriendo parcialmente zona de escena y apoyo se despliegan dos grandes cubiertas, una anterior perfectamente horizontal en relación al río, otra inclinada casi montada sobre aquella por detrás, sostenidas ambas por sendos pares de columnas a la vez dobles de acero, uno vertical y otro inclinado para cada una de ellas. Estas losas continúan sus respectivos tabiques laterales, surgiendo desde el mismo corte del terreno señalando la línea precisa del final de la topografía en la zona excavada, abriéndose en diedro uno, plano el otro, como solapas al público. La gran cubierta horizontal sirve a su vez de soporte estructural a la parrilla fija de perfilería de acero en voladizo, para montaje de sets de iluminación, sonido y accesorios tipo telones, escenografías, etc (no ejecutada).

La iluminación general para toda la pieza fuera del momento de espectáculo, está dada a través de los senderos de acceso con iluminación fluorescente según la propia del Paseo, otra tipo baliza-rayuela en los escalones de acceso en graderías similar también a las proyectadas para el Monumento, otra lateral baja rasante en la zona de rampa y escena, y una proyectada interior sobre los tabique-cubiertas y columnas de la caja de escena. 

Todo esto da un ambiente general a contraluz abriéndose desde el interno de la pieza, que funciona como extraída y ampliada del propio horizonte amplio del Río, encarnando en la geometría protectora del espacio escénico los tabique-cubiertas como manos a una vela encendida, empujada sobre todo la montante, por la persistente influencia de los vientos del sudeste en la zona varias veces al año.

A través pues, de esta sola pieza compuesta básicamente doble y abierta de hormigón armado y acero -a la vez caja escénica, apoyo de camarines y depósito, parrilla, graderías, etc-, que enmarcando de algún modo abre y señala el paisaje ribereño, además de satisfacer las necesidades básicas de grada y escena despojada abierta al paisaje -de histórica referencia- sin mayores equipamientos, el Anfiteatro fue intencionadamente proyectado no solo para época de espectáculos sino también para brindar una pieza de fuerte carácter capaz de disponerse para el diálogo a distancia con el "Monumento en Homenaje a Amancio Williams" casi como "Non-umento" en el extremo opuesto, diálogo algo más a escala del extendido Municipio y más aún del Río, imprimiendo un criterio más contemporáneo y generoso a su pretendida recuperación, en el límite mismo respecto de la Ciudad de Buenos Aires.

Memorias redactadas por el Arq. Claudio Vekstein

Parque Arenales


Parque Arenales vista áerea

Parque Arenales 01

  Parque Arenales 02

Parque Arenales 03

Parque Arenales 04

  Parque Arenales 05

El parque de Arenales surge como recuperación del apéndice situado entre la calle del mismo nombre y el canal Yrigoyen. Conforma la etapa 6, y parte final de la recuperación del sector sur del Partido de Vicente López con una superficie de 44.000 m2.

Tomando como premisa la idea de formación de un paisaje local se proyectó en base al sistema de terraplenes y lomas de césped ya utilizada, pero buscando una mayor funcionalidad para este nuevo sector y diseñando un "parque de equipamiento urbano"

El Parque nace a través de un camino de forma irregular que conduce y atraviesa todo el apéndice, y se divide en varias "ramas". Cada una de estas desemboca en un espacio de distinto uso y equipamiento protegido por los terraplenes.

El principal de estos espacios y el de ubicación más privilegiada es el que contiene al "mirador".  Este elemento de carácter e identidad para permanecer en la memoria y de un monumentalismo sin heroísmo se erige como un elemento que entra en diálogo con el Anfiteatro y el Monumento Fin de Milenio y surge como un objeto vertical  dentro de un paisaje horizontal.
La idea es lograr un tratamiento de dos escalas en un mismo objeto. La escala del hito para ser reconocido a la distancia, y la escala del uso como equipamiento inmediato, enmarcando el paisaje, relacionándose con el suelo y brindando lugares de refugio, protección, sombra, descanso; con recorridos intencionados, diferencias de niveles, con una idea de juego con la propia elección de un camino con distintos finales para un mismo principio. 
Nos orienta a contemplar el río y la salida del sol por su horizonte, nos brinda un lugar para sentarse, un lugar para mirar de pie, un lugar para hacer ejercicio, subir, bajar, un lugar  para meditar, un lugar para reunirse, un lugar para la gente y sin barreras arquitectónicas.

El segundo de estos espacios es el remate sobre el canal Arenales que evita la visión del desagüe y arma una ventana al río para contemplarlo sentado desde el banco de hormigón. 

Otro contiene los juegos para niños, rodeados de terrazas escalonadas que permite ver  tanto hacia los juegos como hacia el río; otro el sector de patinaje, reparado del viento al igual que las canchas de volley playero; bancos de H°A° salpican el paisaje permitiendo un momento de descanso en medio de los recorridos. 

El estacionamiento aparece como un gran playón oculto y manchado por los grupos de árboles y con sus 8.000 m2 podrá recibir hasta 350 autos.

El parque fue forestado con especies autóctonas, Sauce criollo, Tipas, Timbó, Ceibos, y Anacahuitas. Estos serán dispuestos intencionadamente para recrear el paisaje ribereño original, y lograr lugares de sombra sin entorpecer las visuales hacia el Río de la Plata. 

Se tratará la superficie del suelo con distintas texturas como el césped en semillas y en tepes, piedra partida tipo Binder, arena, y los caminos en hormigón; y dejando nacer de la tierra en algunos sectores gramíneas del tipo Paspalum y Miscanthus.

Se trabajó con el concepto de unificación del lenguaje de la ribera, teniendo en claro que es la naturaleza la que debe crecer en la ciudad.

Sebastián Daseville, arquitecto
Fernando Nogueira, arquitecto
Marcelo Ovadia, arquitecto
Rodrigo Nahum
Lucía Schiappapietra, paisajista

Memoria redactada por el Arq. Sebastián Daseville

3.- Obras y Proyectos Cabecera Norte (2004-2007)

En el año 2000 se inauguró la Reserva Ecológica y su parque. Posteriormente en el año 2003 se comenzó con los proyectos del Parque Musical y del Paseo del Viento, por un equipo dirigido por el arquitecto Marcelo Ovadia, este último sería inaugurado en el año 2005. En el año 2006 se comenzó con el proyecto del Parque Acuático por un equipo dirigido por el arquitecto Marcelo Ovadia y la licenciada en paisajismo Verónica Engelberg.

Ribera de Vicente López - Cabecera Norte

Paseo del Viento


Paseo del Viento, vista áerea

Paseo del Viento 01

  Paseo del Viento 02

Paseo del Viento 03 

Dimensión: 1,8 ha.
Ubicación: se encuentra en la llegada de la calle Francisco Borges al Río de la Plata y sobre el arroyo del mismo nombre, Municipalidad de Vicente López.

Lo integran varios sectores de usos diversos: estacionamiento, juegos para niños, el sauzal (zona de sombra), el banco inclinado (solario), los asientos curvos, la fuente oval, la explanada junto al río, pequeños grupos de bancos individuales de hormigón, y un órgano eólico como Monumento en homenaje al Centenario de la Municipalidad de Vicente López.


Paseo del Viento 04

Paseo del Viento 05

Paseo del Viento 06

Paseo del Viento 07

Paseo del Viento 08

  Paseo del Viento 09

El parque está configurado básicamente; por el sauzal, por taludes de distintas alturas y formas, orientados hacia el río, que delimitan a algunos sectores, el camino de entrada que se abre en senderos que recorren todo el parque y rematan en la explanada junto al río, uno sobre la desembocadura del arroyo Borges y otros dos en el órgano eólico, Monumento del Centenario, y finalmente por la inmensidad del Río de la Plata.

Los materiales utilizados para conformar el parque son: tierra, pasto, sauces, gramíneas, chip, piedra partida, piedra arenosa  gris, conchilla, hormigón, aluminio anodizado, agua y viento.

Este pequeño parque, constituye el acceso al futuro Parque Musical. Para su proyecto se tomaron en cuenta dos preexistencias físicas de carácter fuerte, una la defensa de la desembocadura del arroyo Borges (que lo cruza entubado en diagonal SO-NE) otra un sauzal de varios años y una preexistencia proyectual, el anteproyecto del Parque Musical. La pieza de defensa de la desembocadura (pieza de ingeniería infraestructural) fue resignificada constituyéndose en el basamento del órgano eólico y prolongación inclinada de la explanada.

El núcleo del parque, lo constituye el Monumento del Centenario, un órgano eólico que envuelve al mismo en sus sonidos y armonías. Este órgano está compuesto por tres torres: la oeste "torre de América", la sur "torre de Europa" y la norte "torre del Río de la Plata", según la dirección del viento (tres predominantes Norte, Este y Sudeste) el órgano en su conjunto genera distintas armonías y a su vez cada una de las torres origina una cualidad armónica específica, esto induce percepciones acústicas variables según los recorridos que tomen los paseantes.

Esta pieza desempeña simultáneamente las funciones de foco y ámbito. Foco múltiple espacial y acústico, monumento y órgano, incitador de distintos recorridos. Como ámbito asume las funciones no simbólicas de auditorio y solario, de juego, contemplación y escucha. La inclinación de las torres configura el ámbito y lo cierra virtualmente.

Este parque es la primera aplicación de la idea Espacio-Acústico que pretende marcar y calificar un lugar mediante el aprovechamiento  de sus fenómenos. Se busca intensificar la percepción de un campo, por medio de la elaboración simultánea de estímulos visuales, sonoros, de textura, rítmicos, etc.; conformando un espacio saturado, no agotado en la imagen visual, fotográfica; una multiplicidad de dimensiones y sentidos en juego que requieren presencia.

El proyecto de un espacio-acústico se basa en la utilización de energías naturales o artificiales propias de un lugar y su amplificación, anulación o transformación en sonidos y formas (mediante el diseño de instrumentos apropiados, acústicos o electrónicos, de pequeña a gran escala) que lo califiquen y manifiesten en una multiplicidad de dimensiones descuidadas por el hábito, y reveladas o creadas por un acto de significación proyectual.

Equipo de trabajo:
Marcelo Ovadia, arquitecto UBA. Director del Proyecto
Gustavo Val, compositor musical. Director Musical
Sebastián Dasseville, arquitecto UBA.
Marcela Armendáriz, arquitecta UBA.
Fernando Nogueira, arquitecto UBA.
Lucía Schiappapietra, paisajista.
Cecilia Chiesa, paisajista.
Sebastián Berdichevsky, ingeniero estructural UBA.
Carlos Amadini, organero.
Juan Weinhold, ingeniero UBA, organero.
Rosario Talevi, colaboradora.
Lucas Geya, colaborador.

Análisis de vientos: 
Dr. Rubén A. Bejarán, Departamento de Ciencias de la Atmósfera y los Océanos. Facultad de Ciencias Exactas y Naturales. UBA.

    
Fuente: www.vista-paisaje.com.ar

1 comentario:

  1. Fui solo una sola vez a ese lugar y me encanto es una lastima que esten haciendo esto, es una atrosidad, nos estan sacando un lugar nuestro, un lugar que es fantastico, espero que todo se solucione

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