jueves, 23 de febrero de 2017

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Vicente López: volvieron los cacheos ilegales al río

La Justicia los declaró ilegales en 2015 y el Municipio tuvo que terminar con las requisas para entrar al Vial Costero, un espacio público y abierto. Unidos por el Río denuncia que policías y municipales volvieron a controlar bolsos y mochilas con amenazas a los visitantes que se niegan a hacerlo.
 
La Justicia de San Isidro declaró en marzo de 2015 que las requisas y los cacheos que la municipalidad de Vicente López ordenaba en el vial costero eran ilegales. Fue después de la presentación de un habeas corpus por parte de la asamblea Unidos por el Río, el Foro por el Ambiente y la Salud del municipio y la ONG Naturaleza por Derechos. Los integrantes de las organizaciones decidieron judicializar el problema después de dos casos que los conmovieron: por un lado, el de una mamá que estuvo en la comisaría separada durante siete horas de su nena de tres años y terminó con una causa armada por desacato a la autoridad; y también, el de un joven que los agentes detuvieron por resistirse a ser revisado, lo desvistieron a punta de pistola y amenazaron con violarlo. Ahora, Unidos por el Río denuncia que el control municipal en la costa volvió, una metodología que a pesar de la orden judicial también se había repetido en enero de 2016. “Quieren controlan el espacio público: te ponen un límite físico como si estuvieras entrando a un lugar”, dijo Alejandro Benatar, de Unidos, a El Argentino ZN.
El grupo de vecinos que presentó el habeas corpus a principios de 2015 escribió: “Las requisas se realizan en retenes dispuestos sobre todas las arterias que conducen al Vial Costero, transformando el acceso al mismo en un ingreso a un lugar privado”. El titular del Juzgado de Garantías 2 de San Isidro, Orlando Abel Díaz, hizo lugar al pedido e intimó a la Municipalidad a “adecuar las conductas contrarias a la ley a los parámetros especificados en el ordenamiento legal”. El municipio apeló y en octubre de 2015 los jueces Mario Eduardo Kohan y Ricardo Maidana de la sala VI de la Cámara de Casación Penal de la Provincia de Buenos Aires rechazaron la apelación y declararon que la intendencia de Vicente López incurría en “afirmaciones dogmáticas” y que era “improcedente” en el recurso interpuesto. A pesar de todas las resoluciones de la Justicia, en el verano de 2016 el gobierno de Jorge Macri volvió a ordenar los cacheos ilegales y para Unidos por el Río, en 2017 volvieron “con más fuerza”. Según la organización vecinal, la causa está a la espera de una sentencia de la Corte Suprema provincial.
“La explicación que dan ellos es que le piden colaboración a los vecinos en las requisas. Pero si la persona se niega a mostrar sus pertenencias, llaman a la Policía y los llevan a la comisaría. Entonces, ¿dónde está lo voluntario?”, se preguntó Benatar. Con Unidos por el Río repartieron volantes en los que hacen un repaso de la historia de los cacheos ilegales. Explican cada momento del ida y vuelta judicial con el municipio como si fueran actos de una obra de teatro. Y detallan también las tres reglas básicas que alguien que va al vial costero debe saber: “Ningún funcionario público puede exigirte que le muestres tu bolso, mochila, cartera, heladera portátil o realizarte un cacheo. Para hacerte esto tiene que haber una orden judicial. El personal policial solo puede hacerlo si comprueba que estás vinculado a un delito”.
“NINGÚN FUNCIONARIO PÚBLICO PUEDE EXIGIRTE QUE LE MUESTRES TU BOLSO O REALIZARTE UN CACHEO. PARA ESO TIENE QUE HABER UNA ORDEN JUDICIAL”
Los agentes de la patrulla municipal caminan el río de Vicente López cerca de los jóvenes que van a recrearse en los días soleados. Los policías se detienen al lado de las lonas o las rondas de mate. La mayoría de las veces, gritan antes de saludar o preguntar qué bebidas toma la gente: “No se puede tomar alcohol acá”. Sin embargo, el fin de semana pasado se festejó el Burger Fest en Urquiza y el río. La intendencia permitió la realización del evento gastronómico que instaló food trucks que no sólo vendían agua y gaseosa: levantaron un patio cervecero y hubo camiones que ofrecían vino y coctelería. En 2016, hubo una feria similar en el mismo lugar que también vendía bebidas alcohólicas. “Cuando te revisan ponen como excusa el alcohol, pero lo que quieren es controlarte. Te vas acostumbrando que estás entrando o dentro de un lugar. Después un día lo cierran para un evento privado y al final naturalizas que no te dejen pasar a un espacio público”, definió Benatar.
Las últimas propagandas de la municipalidad invitan a los vecinos a disfrutar de shows en vivo y a vivir el Carnaval en Vicente López. En las publicidades se repiten dos referencias: “paseo de la costa” y “gratis”. “Decir que no tenés que pagar para ir a un espacio público es como ponerle precio y regalártelo”, aseguraron desde la asamblea Unidos por el Río. Y Benatar concluyó que esa política no los sorprende: “Sobre la costa están avanzando con negocios privados como el shopping de la empresa Al Río SA. También intentaron hacer un amarradero en el arroyo Raggio pero con lucha lo pudimos frenar. Por eso no nos parece casual que quieran ejercer un control y demostrar que tienen poder”.

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